No.6

Si me preguntaras  sobre la noche, hasta ayer no sabría que como contestarte,pero hoy,
te hablare de la noche que conozco. Es fría y absurda. No queda ni un rastro de belleza antigua.

Hemos conseguido destruir lo sagrado de ella.  Solo queda entonces una fiesta sin sentido,
una celebración horrorosa de lo inmediato. La embriaguez de lo antes hermoso se ha convertido
en un borrachera del espanto, ante la soledad, ante el abismo en el que caemos como títeres viejos.

Ahora somos horribles... Que hemos hecho, porque no guardamos silencio?
Lo silenciamos con el ruido de la prisa para no escuchar los latidos del mundo natural,
y cegar las estrellas que nos observan.... Porque cualquier trascendencia, cualquier pregunta
molestan.  Hemos roto los lazos de un concierto de lo que se llamó vida. Me aterra pensar
que ya es tarde, que no hay absolución posible.  Veo cómo el  entendimiento vos y yo lo
ahogamos sin pensarlo con alcohol, y lo resucitamos con café, con el trabajo diario, con
otras personas.  Veo cómo bailamos sin bailar y reímos sin reír, y hablamos sin hablar y no
nos miramos.  No hay duda que en el fondo somos un poco horribles. Estamos entre la masa
de la multitud una masa aforma de maniquíes dislocados, al son del ruido.  Porque aquella
noche estrellada, de asombro, de quietud, de poesía delo que nosotros vivimos, sólo queda
eso....puro y duro ruido.