No lo sabe mi hermano, ni mi madre,
ni lo escribire en el facebook,
ni lo sabra mi amante,
ni lo sabe la luna.
Mi amor por ti esta muerto,
sí, como una tierna rosa en un florero,
o muerto como un perro.
Y hoy que es Corpus, Señor, he paseado
el cadáver, de aquel amor iluminado,
como un espantapájaro siniestro,
por toda la ciudad.
La gente, sin asombro, me ha mirado
y ninguno el sombrero se ha quitado
para rezarle un triste padrenuestro.
