Confieso que hoy en mi cama, uno de mis primeros
pensamientos fue hacia Vos, ahora y entonces alegremente, después
otra vez tristemente, y asi cada dia pensando menos en ti, ya no espero para saber si el destino oirá mi plegaria, para
hacer frente a la vida que debo vivir
sin verte.
Sí…estoy resuelto a ser un extranjero vagabundo hasta que pueda
volver a tus brazos y decir que he encontrado mi hogar verdadero junto a vos
y envuelto en tus brazos pueda dejar que mi alma flote hasta el reino de las almas bendecidas.
Ay ¡desafortunadamente
hoy no es así. Debes estar tranquila, tanto más pues debe saber que te soy fiel;
ninguna otra mujer podrá nunca poseer mi corazón, nunca, nunca.
Todos los buenos deseos para vos.