Ironia

Qué ironías de la vida
tú eras mi mejor amigo, ella mi mejor amiga.
Ni tú ni yo lo creería sin aquel tiempo bello
nos dijeran que en este día
vuestro amor ha terminado,
Y yo también siento el frío
de la soledad compartida.
Qué ironía.
Y vienes a visitarme con tu dulce sonrisa,
me has mal acostumbrado
a ser parte de tu vida.
porque de un tiempo a esta parte
espero ansiosa que vuelvas,
al cabo de meses, que no días,
y vuelvo a sentir de nuevo
las mariposas divinas.
Amigo qué vueltas da la vida,
tú no la tienes a ella
ni yo un amor de mi vida.
Somos dos almas errantes
que se encuentran y se animan,
y quizás alguna vez pueda
lanzarte la pregunta esquiva:
¿te vuelan las mariposas
cuando besas mi mejilla?