Carta de una Querida

La sensación de tu respiración consumiendo la mía, el deseo de perderme eternamente en ese mundo rodeado de fuego que tus caricias dibujan ante mi mirada atónita y estúpida, que no hace sino seguir el rumbo que marcan tus besos... todo parece indicar que estoy pérdida... pero no, no debería seguir mis instintos, no es correcto perder la cabeza tan fácilmente.Pero, ¡Al diablo todo lo prohibido! ¿Qué puedo hacer si entre mis piernas corren ríos llenos de ganas, de ansias, de algo tan difícil de explicar? ¿Cómo se le pone freno a algo tan naturalmente placentero?Lo es todo y al mismo tiempo es nada. Quisiera mirarte a los ojos y decirte todo lo que produces dentro de mi ser (pero me avergüenzo). Aunque creo que no es mi ser, no debo ser yo, debe ser otra la que se apodera de mi cuerpo cuando un sólo centímetro de tu piel roza la mía... Claro eso es, total es bien sabido que en toda la historia de la humanidad, espíritus malignos se apoderan de cuerpos decentes... bueno aunque tal vez si sea una parte de mí, pero una parte desconocida y muy pequeña.¿O será muy grande? ¿Será normal que sólo puedo suspirar cuando a mi mente llega todo lo que experimento a tu lado? Es algo complicado, es como un témpano de hielo acompañado del tizón más ardiente, siento que ambos recorren cada célula de mi cuerpo, por dentro y por fuera, siento ganas de devorarte, de que el mundo y todas sus estúpidas normas y represiones sexuales desaparezcan, de que sólo estemos tú y yo... ¿Imaginas lo feliz que seríamos los humanos si tuviéramos sexo cada vez que quisiéramos: en la calle, en el parque, en el centro comercial, en la casa de los padres, en el trabajo, en la universidad? Sin esconderse, sin penas, sin miedos... pero claro no, el sexo es malo y hay que restringirlo a la sola reproducción de la especie ¡Malditos puristas que buscan matar el deseo y el acto humano más perfecto de todos! ¿Será que jamás han tenido un verdadero orgasmo? Desde que estoy contigo, mi visión del mundo ha cambiado, ya no soy una virgen tímida, ni tampoco una vampireza experimentada, sólo soy una mujer que vive, que siente y aunque aún se avergüenza, trata de aceptar sus deseos... Realmente es la primera vez que son tantas las ganas de... que siento latir mi corazón donde no debería, ¿será que tengo alguna enfermedad cardiaca y gracias a ti la descubrí?Sea a lo que sea (viene la parte cursi) gracias por hacerme descubrir todo esto que estaba dentro de mí y que por miedo no lo sacaba, por hacer que mi cuerpo despertara y sintiera la pasión más desembocada jamás vivida...